La película de Orson Wells Sed de Mal (Touch of Evil, 1958) es recordada como una obra maestra del cine negro, y en particular por su plano secuencia con que abre el film, toda una muestra de poderio cinematográfico. En ella, el director americano hace uso de una exquisita fotografía, profundidad de campo y gran angular contenidos en una secuencia 3:30 minutos de duración. La secuencia posee una increíble tensión, a partir de un desconocido, quién planea cometer un homicidio mediante el uso de una bomba ubicada en el maletero de un automóvil. Es así como el espectador tiene una información adicional más que los personajes, y sabe que en cualquier momento la bomba puede estallar. La habilidad narrativa de Wells se observa al mostrarnos el preligro incial, y la forma como se desarrolla la secuencia, con los movimientos lentos del automóvil por las calles y las continuas paradas que hace, seguido todo desde una cámara ubicada encima de una grua, hasta que finalmente ocurre la inevitable explosión fuera de cámara.
En su idea original, Wells quería que el los créditos del film aparecieran al final y el sonido de la escena fuera cubierto por el ruido callejero y la música que se pudiesen oir en radios. Los estudios tuvieron una idea muy diferente, e hicieron algunos cambios en contra de lo que Wells tenia en mente, incluyendo los créditos, la música de Henry Mancini sobre dicha secuencia, y algunas escenas que se volvieron a filmar con un segundo director. Pero en 1998, y gracias a un apasionado memo de 58 páginas escrito por Wells en ese tiempo, donde especificaba los cambios que debía tener el film en respuesta a la reédición que utilizó el estudio, se lanzó una nueva versión del film, 14 anos después d ela muerte del director.
"...cierro este memorándum rogándoles sinceramente...
que otorguen su consentimientoa este breve patrón visual...
al que tantas horas y días de trabajo he dedicado."
Esta es la secuencia original de Wells para esta obra maestra:
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